Un alojamiento correctamente adaptado

 

Las actuales residencias nada tienen que ver con los antiguos asilos, en estos últimos tiempos una residencia para la tercera edad es sinónimo de comodidad, tranquilidad, asistencia y placer.
Un alojamiento correctamente adaptado para esta etapa de la vida con necesidades especiales le permite al adulto mayor  auto valerse en mayor o menor medida. Esto asegurara una notable mejora en la autoestima, la independencia y la dignidad.

Destacamos que los procesos arquitectónicos no se perciben só lo por la vista, los demás sentidos también colaboran en lo perceptivo.

Una Arquitectura, que surja de las necesidades de sus usuarios y que materialice sus gestos, será una Arquitectura viva, que estimulará y mejorará la Calidad de Vida.

Seguridad y funcionalidad es lo que necesitan nuestros adultos mayores para tener una vida más cómoda dentro de su hábitat cotidiano, es muy importante vencer algunas “barreras arquitectónicas” para que las personas mayores vivan bien, cómodas y seguras. ¿Cuáles son estas barreras? Son aquellas dificultades comunes que existen en diversos ámbitos, que se tornan todavía más peligrosas cuando aparecen en espacios donde se movilizan las personas mayores. Se deben generar ambientes estimulantes para la actividad física y mental, el espacio debe ser:

Simple: estar organizado y distribuido para el fácil entendimiento.
Legible: debe ser percibido de manera reconocible y asimilable, permitiendo el reconocimiento y orientación. Se apela a la utilización de  colores, texturas, iluminación, sonidos y hasta aromas y temperaturas –todo lo cual ayudaría a organizar el espacio y a la generación de contrastes entre los diferentes sectores/ambientes-.
Orientador en términos temporales: 
La desorientación en el tiempo se puede compensar con presencia de ventanas, relojes y almanaques presentes en todos los ambientes, permitiéndole al mayor planificar sus actividades contemplando horarios y tiempos disponibles.

El adulto mayor  se familiarizará e identificará, ya que ira reconociendo espacios y elementos por asociación de imágenes y recuerdos  que proponen una identidad. Logrando un entorno de habitabilidad que sustente la independencia de acciones y preferencias socializadoras, que posibiliten la autovalía y sensación de autoestima, por ello debemos tener en cuenta:

a.-.El paisaje exterior se considera un elemento terapéutico. Debe haber visibilidad del exterior desde los máximos puntos posibles del centro y organizar el jardín en diferentes espacios que ofrezcan diversas posibilidades y actividades: senderos para pasear con  variedad de flora, juegos para niños, combinación de sombra y espacios soleados, sonidos de agua, algún animal doméstico, etc.

b.- Cuidar  en el diseño algunas características  arquitectónicas importantes: accesibilidad integral y amigable en rampas, puertas, suelos,  etc.; creación de  “grandes espacios pequeños y pequeños espacios grandes”; concebir los pasillos como habitaciones; cuidar la iluminación, diversificando las  fuentes de luz; personalización de las entradas a cada unidad convivencial.

c.- Estimular con los diseños la interacción social, con espacios abiertos y corredores que favorecen el encuentro y el intercambio, combinados con rincones discretos desde los que se pueda observar la vida cotidiana y las entradas y salidas de visitas; previsión de lugares para recibir a la familia, amistades, etc., incluso por la noche; disponer de espacios para actividades socioculturales.

d.- Promoción de la independencia: diseño que animen y propicien los paseos, espacios para el ejercicio físico y la rehabilitación y disposición de elementos tecnológicos y servicios de apoyo.

e.- Estimulación de los sentidos: minimizar el riesgo de la existencia de ruidos desagradables y prever sistemas de supresión de malos olores; grandes ventanales, claraboyas, etc, para aprovechar la luz natural pero controlando los deslumbramientos.

f.- Creación de ambientes afectivos: espacios interiores y exteriores para visitas infantiles, colocación de plantas y posibilidad de animales de compañía; estimular la emotividad positiva en la decoración de interiores y cuidar que en la selección de elementos decorativos de la vivienda se incluyan los que favorecen la reminiscencia y la revisión vital de eventos positivos.

Cuando hablamos de diseño para adultos mayores o gerontodiseño, NO hablamos de diseño médico u ortopédico, hablamos de algo mucho más integral. Hablamos de seguridad, de accesibilidad y de diseño emocional, hablamos de crear un espacio amigable, lleno de energía y luz para la vejez. Hablamos de orientarlo para que los adultos mayores que ahí residen lo hagan con la mayor seguridad e independencia funcional.

Así la habitabilidad se ordena, buscando un proceso de desarrollo y entendimiento continuo en cuanto a la ocupación de los espacios, siempre buscando una autovalía, una independencia de acciones. Para ello reiteramos, un alojamiento y un entorno seguro, apto y estimulante debería ser asumido como consigna clave para una vida y un envejecimiento mejor… una vida más plena.

Para mayor información acerca la arquitectura pensada y desarrollada para la tercera edad, los invitamos a ver también nuestro artículo en Facebook: “Mayor accesibilidad en residencias geriátricas: Residencias con espacios libres y equipamiento adecuado”.

Arq. Gisela Bogado 
+65 Arquitectura Universal
www.mas65arquitectura.com

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